LAS DIASPORAS-ficha
técnica para opinión sobre programa SEDEREC
LA DIASPORA NO NACIONAL O COMUNIDADES NACIONALES
EXTRATERRITORIALES, SON UNA CATEGORIA SOCIAL, QUE GENERALMENTE REFIERE AL GRUPO
DEMOGRÁFICO DE NO NACIONALES RESIDIENDO EN UN PAIS.
LA DIASPORA INTERNA COMPRENDE AL FENOMENO DE LOS EMIGRADOS DE
SU CIUDAD Ó ESTADO DE ORIGEN A OTRO, EN LA MISMA NACION.
SOBRE LA DIASPORA NO
NACIONAL: (se
referirá como la diáspora en general)
Su naturaleza migratoria comprende a diversidad de
indicativos ó denominaciones de la gama completa de la población y de
ciudadanías migrantes:
1. DE SALIDA,
2. EN TRANSITO,
3. EN RESIDENCIA FORMAL,
4. EN EXILIO O REFUGIO,
5. EN RETORNO CIRCULAR,
6. DE BINACIONALIDAD,
7. DE LOS SUSPENDIDOS DE LA CIUDADANIA POLITICA COMO LOS SENTENCIADOS EN EL
EXTERIOR,
8. DE LOS RETENIDOS EN LOS ALOJAMIENTOS MIGRATORIOS PARA EXPULSION POR
IRREGULARIDAD ADMINISTRATIVA,
9. HASTA LOS PEX DE CUARTA O QUINTA GENERACION
Las circunstancias en las que vive una diáspora son la
invisibilidad, la fragmentación, la dispersión y la falta de articulación
social, al tiempo que vive la
complejidad de la adecuación, adaptación y comprensión constante a la nueva y
cambiante realidad en la que reside ó transita:
En México hay el análisis del tema del “extranjero”, reduciéndolo a sus
expresiones folklóricas del dia patrio ó del dia religioso del santo patrón,
olvidándose del verdadero valor cultural y de representación social viva
de simbiosis y aculturación que detenta
el casi un millón de extranjeros de formal residencia, sólo por referirnos a la
población registrada en los servicios migratorios oficiales. O de reducirlo sesgadamente a la problemática
del tránsito irregular fronterizo, que es masivo pero que corresponde a la
asistencia humanitaria de un problema de índole regional y global, por los
transeúntes de la pobreza económica, generalmente de los países que usan a
México como puente para llegar a los EUA. El sector de la migración de
estudiantes, de empresarios, de académicos, de técnicos, de especialistas y
trabajadores independientes que radican temporariamente también forman parte de
la diáspora extranjera ó internacional en México.
Este es un tema de
autoreconocimiento de la propia diáspora y de reconocimiento pendiente desde la
oficialidad.
No sólo somos ciudadanos de admisión fronteriza, reducidos a
cifras estadísticas, sino de vida y dinámica sensible que interviene en todos
los campos de actividad en el trabajo, educación, religión, política no
nacional y civilidad multifacética y pluricultural, que conviene en admitir un bajo perfil dado el marco
histórico y jurídico que pone en desventaja en los derechos políticos a todas
las ciudadanías extranjeras por igual, y así sucesivamente, condicionando incluso las propias naturalizaciones
como ciudadanías que en la práctica, son extracondicionadas ó restringidas en
lo laboral, como de segundo orden por desventaja frente a los nacidos en la
nación, por citar un ejemplo, en la titularidad de los puestos de trabajo.
Las condiciones de las diásporas son de desventaja y
de barrera social.
Englobados como “extranjeros”, el tema no es de materia de
interés del estado de residencia, por las prioridades nacionales siempre
emergentes, mas si tratamos de un país con rezagos estructurales. No hay ni
políticas ni prácticas de trabajos ni de intervención, ni de mediación suya a
favor de estos colectivos. Por razones de política interna el tema queda
excluido a la política externa, sin serlo. Este es un tema de reconocimiento social
y político del país anfitrión, toda vez que no es socializado el tema a la
colectividad general, pero si al interior de las comunidades. Sea auto-reconocido
por la propia diáspora ó no, depende la visibilización del tema, de las intervenciones personales de sus
integrantes.
Si es el caso de que esta diáspora está respaldada con alguna
política pública de origen, siempre se distorsiona en lo local como un tema del
tipo de las relaciones exteriores, consulares ó diplomáticas, cuando en
realidad es un tema de alcance local, de impacto en el contexto doméstico. La
protección consular en realidad se refiere según las convenciones
internacionales a una extensión del rol administrativo que se corresponde al
derecho del extranjero como tal. Ningún cónsul tiene ni la facultad ni la
obligación de organizar a su comunidad, ni a representarla como mandato de voto
popular, situación que de modo tradicional ha sido empleada a veces por las
funciones de las misiones diplomáticas como un privilegio personal, concesión
laboral, ó exilio político de figuras alejadas de su propia comunidad y ello se
convierte en una distorsión y obstáculo para la verdadera integración y
participación de las diásporas en la ciudad.
Los programas de la ciudad, todos dirigidos a los no
nacionales, por asistencia social, altruismo, humanidad, ó no, pueden ser
auxiliados por la propia fuerza de sus colectivos, dada la materia conocida por
experiencia propia de la diáspora. Es condición inmejorable que la propia
diáspora obtenga y defina la visibilidad de los problemas y complejidades relativas
a su colectivo específico.
Entre los temas de
interés figuran:
Las condiciones semejantes de las diásporas mexicanas en las
naciones de hospedaje, así como en lo nacional, el estado de las etnias fuera
de sus estados de origen; las políticas
de reciprocidad binacionales; la ausencia de convenios laborales y de seguridad
social; correspondencias y correlatos de las experiencias binacionales de las
diásporas hacia la misma comunidad mexicana; representaciones formales y orgánicas
de las diásporas, por sede, ciudad, pueblo ó región_ avalada o nó desde los
consulados, ó desprendido de la cultura democrática,
nueva ó en ciernes, del colectivo mismo. Algunos países no tienen el avance en
legitimar elecciones nacionales generales considerando el voto extranjero, y menos
México. En este caso, cualquier avance a favor de las diásporas, redundará en
la legitimidad de las demandas de los mexicanos en el exterior. Es una
situación de impacto positivo al interior de las diásporas y hacia sus trabajos
internacionales del reconocimiento de derechos. Este es un tema de mediación y
de intervención del gobierno local hacia
las diásporas no nacionales, con efectos transfrontera. A favor de sus propios connacionales en el
exterior.
El trato a los no nacionales, así como el trato a las
comunidades y etnias nacionales, es el trato a los derechos colectivos de los
pueblos en movimiento. Las ciudadanías de dichos pueblos, son las herramientas
para el trabajo social y asistencial. El paradigma de la migración cambiaría si
los derechos del colectivo de pertenencia fueran contenidos en políticas de
administración y buen gobierno de sus instituciones públicas y organizaciones
descentralizadas. Hay una corresponsabilidad en el tratamiento posible de los
problemas de los no nacionales, de parte de la nación huésped. Sin temor a las
controversias por las soberanías, todas reguladas a detalle, la ciudad puede
iniciar programas de beneficencia con ayuda de los mismos actores de la
migración. O programas tan sofisticados como se propongan dada la iniciativa y
voluntad de los colectivos de tomar lugar en la memoria colectiva de la ciudad,
como aportación positiva, además de las que se comparten por personajes y
personalidades no nacionales, a títulos individuales, o por la tradición de
algunas asociaciones de la historia de las intervenciones como la española,
francesa, y la estadounidense.
Estas son algunas desventajas
y barreras sociales:
La discriminación y la estigmatización por nación, se alienta
cuando se daña en lo particular a los individuos conocido que no existe
respaldo social, ni política pública que ampare, defienda, conozca y visibilice
las virtudes del colectivo. El vacío de la representación social, permite un
desconocimiento popular de los valores civiles de las comunidades. Se promueve
con ello el abandono del trato responsable de la comunidad contra el colectivo
no nacional.
La diferencia del standard de vida que el no nacional
encuentra en la ciudad, condiciona su estancia o no. Las ciudadanías no
nacionales de países con mayores estándares en la calidad de vida, son las mas
dispuestas a conformar y a participar de programas de ayuda y solidaridad. Si
México tiene un standard bajo de vida, las diásporas extranjeras no siempre son
las mas aventajadas, y en tanto se replica la misma situación de diferencias
socioeconómicas, es motivo por el cual es una gran oportunidad para hacer
intercambios de experiencias para estructurar
iniciativas internacionales a
favor de todos, transversalmente a las comunidades no nacionales y a la
experiencia de la ciudad como un territorio sin fronteras, un territorio
pluricultural auténtico.
Actualmente no se cuenta con una plataforma de comunicación
ni de presencia de las comunidades en mención en la ciudad que promueva la
interacción social y cultural viva y permanente. Tampoco la explicación directa
y comunicación dedicada a las migraciones económicas masivas de lo que
encontraran a su paso. Menos la
actuación propositiva de sus propios colectivos nacionales, en una situación de
responsabilidad compartida. Un reconocimiento por la via de la presencia de las
colectividades internacionales en la conformación de programas y sistemas de
participación haría la diferencia plena, de la ciudad como modelo de
interculturalidad.
El rol del estado nacional extranjero_normalmente
condicionadas por las políticas asumidas por las limitantes de la función pública
de su país en el exterior; por las
omisiones fundamentales de su rol de estado,
y por las tradiciones ó costumbres de tiempos pasados en los que la
representación diplomática ocupaba la única y exclusiva pretendida representación
posible de las comunidades en el exterior_las comunidades de extranjeros, están
contenidas en su expresión, intervención, comunicación y participación. Generalmente
subsumidas por asociaciones populares, grupos de interés comercial o de
etiqueta religiosa ó políticas, es muy difícil contar con el propio
auto-reconocimiento de la organicidad necesaria de las participaciones y de las
representaciones. De modo personal se cubre el vacío de los colectivos, porque
mas se conoce de integrantes que alumbran los campos profesionales, académicos,
comerciales que los de una sociedad aglutinada participativa no nacional,
dispuesta a contribuir en imagen, en recursos humanos y culturales. Incluso se tienen
ejemplos de países con reglas migratorias xenófobas por excelencia, que tienen
programas abiertos para la intervención de sus diásporas. Italia es un ejemplo.
No reconoce el derecho del nacimiento de los ñiños, hijos de extranjeros, por
ejemplo, pero convoca a posiciones en las alcaldías y comunas, para los
trabajos de interculturalidades, con los propios actores de sus diásporas.
Por lo que :
EL ROL DE LA CIUDAD
INTERCULTURAL: Las políticas nacionales y de la ciudad, preferencian o nó la
siembra ó los resultados de la salud del tejido social de las comunidades
extraterritoriales. Este asunto es materia de interés de voceros, personeros y
líderes de las comunidades. Pero es materia de examen de las diversas formas de
intervención de todas las diásporas, intracomunitariamente por supuesto. Mas es de obligatoriedad para la ciudad que
pretende un INDICE de INTERCULTURALIDAD PROPIO, integrar el tema de análisis,
formular acciones y programas que permitan la intervención de los ciudadanos no
nacionales y de sus comunidades en sus materia de interés. Es importante actuar
DESDE LA INTERVENCION HASTA LA MEDIACION DE LA CIUDAD a favor de sus diásporas, sin distingo,
nacionales o nó.
NOTA:
ESTE ES UN ESQUEMA GENERAL DE LA NATURALEZA MIGRATORIA DE LA
DIASPORA NO NACIONAL, EXTRANJERA O COMUNIDAD EXTRATERRITORIAL ASENTADA EN LA
CIUDAD DE MEXICO, AL INICIO DEL 2014.
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