RALLY PEX_ 2025
DEL ELECTORADO 2021
En los tiempos cíclicos del Perú, ¿cuándo se ha llegado a
tener una democracia real? Continuamos atestiguando a usurpadores en tedioso balance
de poderes, que germinándose, resurgiéndose se adelantan al siguiente ciclo
vicioso. Advertimos ahora otra forma legaloide: ¿Quién es el legal propietario
de la verdad en una disputa legal armada? Inicia mañana, como el punto de inflexión de una infamia más. El juicio
por Rebelión a Pedro Castillo es en realidad el juicio a un poder electoral desde
el propio estado.
Casi nueve millones de peruanos estupefactos de las vueltas
de la política y de sus políticos. Si Pedro Castillo no puede hablar
ampliamente sobre lo que pasó aquel día de la lectura del mensaje #7D, habrá
que avisarle al Juez Checkley que debe inspeccionar cada letra de los mas de
120 libros que constituye el expediente completo a hoy. Qué más se puede
investigar, si todo está ahí? Ahí, entre grietas, está la historia que promete
reservarse más, si sepultan al indiciado a la sombra, frente a la conciencia real
de los datos precisos contenidos, que no podrán mas que ser manipulados para
mantener el estado de las cosas como han resultado hasta ahora, para salvaguardar
el pobrísimo desequilibrio republicano que nos queda. Mientras, la población
inerme, en manos de un poder judicial que por consigna tiene a sus anchas el cómo
y el qué maquillar, oscurecer, ocultar hacia la mas grave extorsión pública
jamás dosificada ó televisada que habrá.
Acá no se trata de la defensa de Castillo. Acá se trata de la
perversión de distraernos con un juicio fiscal-penal-constitucional
telenovelesco que garantice que nada cambie pero que se invista de protección a
los poderes que secuestraron a Pedro Castillo año y medio después de su
investidura. Podrá Castillo y su dignidad mantenerle mudo? Ya todo está
determinado. Pero, quedarán los responsables
de los expedientes, como el tuerto que no quiere ver, en un juicio a todas
luces diseñado? Las partes no escuchan. Se trata de la infame manipulación de
la justicia que es servil y de la clase de funcionarios traidores que se
alzaron juntos, incluso previamente, para impedir que todo cambie. Se trata de la
manera en que la justicia del estado, maniobra en este siglo, como si nada
hubiera progresado desde hace quinientos
años.
Qué es la justicia de estado frente a la justicia del hombre?
En Perú, el travestismo de todas las
formas posibles para inculpar al ciudadano, está compuesta por intereses
corporativos aviesos y sus manipuladores, así como de otros tantos manipulados
serviles. El tema entre los estudiosos es el de la Seguridad del Estado contra
la Seguridad Humana. Acabamos de ver humillaciones y extorsiones políticas
flagrantes en las dizque mejores democracias del mundo, que actúan con reglas
de las mafias. Y detrás, no son sólo intereses corporativos o de negocios de
guerra. Son de codicia y de dominio. De
mafias. Un estado oscuro empoderado frente al individuo. Todo puede pasar en
nuestra proto republicanía.
El juicio a Castillo es sólo un teatro para revolver y ocultar
yerros y datos en los expedientes y que el juicio de la historia no absolverá ni
al juez ni a sus adláteres, unos años mas tarde. Cuál justicia sobrevendrá? El
declive de un aparato en ruinas o el maquillaje de un montaje que durará lo que
dura la transmisión en línea?
El tiempo absolverá a Castillo como ser humano, no sólo por
haber sido suave, sinó porque él mismo no pudo denunciar a tiempo, porque en lo
estructural no se llegó a entender o comprender los engaños y las redes
peligrosas del dejar hacer dejar pasar, que identifica la juricidad de
la misma república presente. La ley bajo la cual estamos todos, los millones de
votantes del 2021, no ha alcanzado todavía a remontar mejoras democráticas con
sus tres poderes conjuntos trabajando en pared, para la protección ciudadana. Cada
poder resuelve sus gustos, hasta que algún otro lo coopte o lo traicione.
Claro, los electores quedamos desarmados cuando delegamos en una figura del
elegido, premeditadamente vulnerable. El sistema condiciona hasta extorsionar,
no al que las debe, sino al que pague, como ya es visible en norte del
continente, prácticas democráticas se decía, mafias merodeando.
Así, las defensas todas, las internas del círculo íntimo de
Castillo y las de la propia sociedad peruana e internacional asistiremos a la
ejecución de una persona desestructurada y despojada de todos sus roles que lo
edifican, que lo construyen: como persona con sus derechos humanos (véase las
violaciones del sistema carcelario), como ciudadano con sus derechos civiles (véase
el aislamiento é intimidación general) y como funcionario con derechos
constitucionales (véase el tratamiento a la figura presidencial).
Como pueblo y poder popular de aquellos votos, inermes
quedamos en el juicio mediático, pero nó en la conciencia histórica real
que, aún cuando seamos un pueblo desmembrado, coaccionado, burlado, estafado,
violentado, su memoria no se pierde. Deseamos todo el respaldo al ser humano,
al ciudadano y al funcionario para que este escollo sea remontado por el propio
tiempo del pueblo que una vez lo votó. No podemos exigir lo imposible, pero sí
podemos delinear un juicio con la pregunta anticipada, ¿se juzga a Castillo o
se juzga al sistema de la corrupta ley imperante que ni procura ni defiende la
verdad, pues la controla, la manipula con voluntarios que encubren el sistema? Se
juzga a la seguridad de Castillo y no a la seguridad del estado.
No nos intimida hablar con la verdad. Éste no es un caso de simple “rebelión”.
De ésto se debe hablar en el juicio por las cuestiones de
hechos, no de supuestos, ni de ideas o presunciones. Para el Juez la verdad, la
legitimidad de este juicio, es un supuesto menos importante? Aseguramos que
la estructura básica de este juicio debía ser la mejora, la protección, la
garantía democrática del sistema de
gobierno y de los poderes de la nación,
que podrá reclamarse según la batalla legal haya progresado, pero no antes
de empezar el juicio, o por la simple disputa legal, por tecnicismos, sino por
las implicaciones derivadas de un sistema que debe evolucionar para proteger la
propia gobernabilidad, sin interrumpirla. Es de implicancia moral la
responsabilidad del juez en este juicio.
El estado no se puede beneficiar del monopolio de una
supuesta verdad, sino que debemos evitar que se use la legalidad como arma para
validar supuestos. La crítica es siempre un reto al status quo. La naturaleza
de este juicio está en cuestión. El propio juicio cierto que no es un debate
legalista, pero es un reto para todos la de su integridad y su propósito.
La protección de la ley no puede ser
destruida. Y sus implicaciones mas
amplias deberán ser consideradas y protegidas. El planteamiento de una acusación
tiene que validarse sin obviar la constitucionalidad como presupuesto, que está
de por medio y ahí, están las muchas grietas.
Hoy podrá construirse una verdad coyuntural del sistema jurídico
(a modo), pero no podrá salvarse del juicio de la historia de los muchos
violadores que con su silencio o inacción han permitido hacer de todo para que
nada cambie. Para que la cuenta les favorezca. Para que la inercia siga. Detectamos
a defensores abusivos y hasta impropios que ganan viajes y dinero estirando la
mano, y que nunca pudieron ser cuestionados pues se cebaron en la indulgencia
de sus promotores. El juicio del pueblo está intacto y no podrá salvar a los
responsables de tan tamaño montaje, de tanta precariedad y obscenidad impuesta
en ambas partes.
Los remedios del veredicto que sobrevendrá deberán evaluarse
como parte de la evolución de la calidad democrática de la nación. Una cuestión
de permisos colaborativos que se derivan hacia definiciones legislativas, no
hay duda, pero que podrán surgir desde este juicio. Un reconocimiento de que
este procedimiento no es suficiente, resonará en los años que vienen. Ganar una
disputa legal no es sólo una victoria, es parte de un logro nacional que define
un legado nacional.
NO HAY MAÑANA, ESTÁ CLARO, SEGUIMOS SIENDO LOS QUE VOTAMOS
POR CASTILLO COMO LA OPORTUNIDAD DEL SALTO QUE IMPIDIERA QUE SE SIGUIERA
ANIDANDO EL PERÚ DE SIEMPRE, EL PERÚ DE LA INERCIA; SEGUIMOS SIENDO LOS QUE
QUISIMOS PROCURAR UNA DEMOCRACIA DE PODER POPULAR CON SENTIDO, CON JUSTICIA
RENOVADA Y CON DIGNIDAD Y LIBERTAD PERMANENTE. SE APROXIMA UN CONTRACICLO, SI
LO ALUDIMOS, SI LO MOTIVAMOS NUEVAMENTE. FUERZA A PEDRO CASTILLO TERRONES.
FUERZA A SU ELECTORADO.
RALLY PEX de la Confederación de la
Diáspora Peruana / Responsable de Difusión: CHMS
CdMx, México á Lunes 3 de Marzo del
2025.