martes, 17 de abril de 2012

El Saber de las Comunidades Originarias Extraterritoriales Peruanas 3/12 Rally 2012



El Saber de las Comunidades Originarias Extraterritoriales Peruanas

RallyPEX 2012: 3/12

Sábado 24 de Marzo



El Saber de las Comunidades Peruanas Extraterritoriales

Los saberes como conceptos políticos son cerrados en sì mismos, pero los sentidos de los saberes colectivos son complejos, amplios y son capaces de tener elementos contradictorios, necesarios y hasta imposibles ò antinómicos.

COMUNIDAD

De sí, el saber sobre comunidad se explica en genérico como metafísico con ciertas consideraciones: La comunidad no es un ser común, sino el modo de ser en común de una existencia coincidente que parece regenerarse continuamente. Originalmente según Roberto Espósito, la comunidad no es aquello que clausura a un sujeto a una pertenencia colectiva, sino mas bien aquello que lo proyecta fuera de sí mismo y lo expone al contacto é incluso al contagio-inmunización con el otro: el ser expuesto al propio cambio.

La communitas es la que liga a sus miembros en una voluntad de donación hacia el otro (algo general y abierto)_diríamos que es el elemento adaptable y productivo para homogeneizar una sociedad, y la immunitas, por el contrario es aquello que lo exonera de tal obligación (algo que se sustrae a la condición común)_diríamos que es el que resiste con sus propios anticuerpos y defiende del amenazante externo al grupo.

Es decir, para bien y para mal la comunidad comprende tanto el rasgo de tolerancia así como la capacidad de destrucción ò en el mejor de los casos, de la evidente reconstrucción en sí mismo.

Esta comunidad debe pensarse a partir del fenómeno de la vida, en toda su complejidad, estratificada, discontinua, rica en sus fases, variada en sus manifestaciones y radical en sus transformaciones, que cambia de escenarios, y también de coordenadas de rotación para cambiar si quiere, sus perspectivas. La comunidad por ende con deseos, instintos y pasiones se refleja en una política de vida, que reconoce el carácter singular y plural de todo sujeto y no una política sobre la vida. Este equilibrio de dimensión humana convoca un esfuerzo colectivo para comprometerse con una subsecuente transformación de la comunidad.

Eso significa reconocer, pues, el carácter mundial de toda comunidad, porque la globalización no puede ser sólo la triste realidad actual, caracterizada por las pequeñas igualdades que nos separan de los otros en sus diversidades (muros identitarios e inmunitarios, diría él), sino ante todo es la estructura y carácter intrínseco de comunidad, una oportunidad de comunicación, un contacto ó un contagio inéditos: de una política de la vida donde el munus común (don, deber) compartido, expuesto, es la vida misma, donde es ésta la que inyecta la propia fuerza motora, inmunizándonos ó vacunándonos constantemente, para recrearnos ó reinventarnos ó renovarnos a nosotros mismos: “existimos en común antes de cualquier figura que intente establecer barreras y exclusiones (identitarias, lingüísticas o de otro tipo). La comunidad impide a los sujetos ser plenamente tales, lo que los expropia y los altera, exponiéndolos al contagio de la relación”.

 “Por el contrario, Communitas, en su sentido etimológico primigenio, remite a la idea de lo común, de lo no-propio, de la expropiación. Se compone de cum, como aquello que vincula, y munus, del que se derivan donum, officium y onus. Esposito afirma así que munus es un don obligatorio. Communitas entonces no es un ente que pertenezca a un sujeto o una entidad formada por él, sino un existencial estar expuestos, disolviendo y expropiando toda pretendida identidad. La comunidad se basa en una nada compartida, en la ausencia de todo fundamento. Existimos en común antes de cualquier figura que intente establecer barreras y exclusiones (identitarias, lingüísticas o de otro tipo). La comunidad impide a los sujetos ser plenamente tales, lo que los expropia y los altera, exponiéndolos al contagio de la relación.    Inversamente, inmune es aquel que es dispensado de la carga del munus, que se sustrae de las obligaciones pero también de los honores que estas conllevan. De ahí que el individualismo moderno sobre el que se funda nuestro derecho y nuestra política sea visto como una de las modalidades paradigmáticas de lo inmune, como defensa de lo propio, lo privado, oponiendo al vacío de lo común un vacío aún mayor.

Sin embargo, Communitas e Immunitas no son términos antagónicos, sino dos polos en un continuum, uno positivo y otro negativo, según comenta el propio Esposito en el libro Immunitas. Para Esposito, es impensable una comunidad –una donación, una exposición, un intercambio– que no apele a alguna forma de inmunidad que proteja la vida, pero ello implica el riesgo de sacrificar totalmente la vida, la relación, y su conservación, como tiende a hacer el paradigma inmunitario centrado en la protección negativa de la vida frente a aquello que la amenaza. La deriva inmunitaria siempre puede transformarse en un modo mortífero de resolver el conflicto al que nos expone el ser-en-común.

En Immunitas, Esposito constata que la lógica y el léxico inmunitarios dominan cada vez más el lenguaje jurídico y biomédico, pero también la antropología y la sociología. La inmunización implica proteger la vida por vía negativa, dialécticamente, haciéndole probar dosis no letales de muerte, para evitar el contagio, cuyo agente privilegiado al que se dirigen gran parte de nuestros temores actuales adquiere forma de virus: ya sea un virus informático, el sida, las armas biológicas o la inmigración, siempre se busca evitar a toda costa su proliferación incontrolada. Este contagio surge del contacto de los cuerpos, y de ahí la centralidad –metafórica y real– del cuerpo en todos los ámbitos de nuestra existencia. Por lo demás, Esposito evidencia el carácter polemológico que adoptan los tratados de medicina al describir el funcionamiento del sistema inmunitario, afirmando que “al peligro cada vez más difundido que amenaza a lo común responde la defensa cada vez más compacta de lo inmune” (Immunitas, p. 13).

Pero si no hay un afuera de la inmunidad, la comunidad solo puede pensarse en tensión con ella misma. Por ello, Esposito explora una inmunidad común a partir del modo en que el conflicto inmunológico entre el embrión y el óvulo en la gravidez es la condición de posibilidad de la vida y en la posibilidad de un sí mismo inmunológico, en el cual la identidad se altera y afirma a la vez, siendo lo más individual y lo más compartido”.

Se identifica una división entre la “normalidad” para quienes se regula con los discursos institucionales y lo que sería la razón de estado de los poderes formales; pero se deslegitima por éstos mismos, a través de los poderes fácticos (poderes informales), a aquellas fuerzas de resistencia que normalmente van a la vanguardia de las inercias haciendo frente a las posibles transformaciones necesarias. Lo hacen justamente en la larga lista de negligencias, irresponsabilidades y silencios, porque no obedecen a la lógica de los intereses del grupo en el poder ó no conviene instrumentar las soluciones para demandas por violación a los derechos. Ni remediar, ni corregir, ni restaurar, ni legitimar. Guardar las seguridades del estado de las cosas mientras no presente riesgo real, inminente. No mover el agua.

Por ello, la comunidad en transformación constante es nuestro elemento estructural como vía de aprendizaje y fortaleza societaria, mas en nuestro caso, con cerca de 200 paises de alojamiento y un ser común de peruanidad extramuros en movimiento, con tres generaciones simultáneas coexistiendo. Somos comunidad necesaria e imposible a la vez. Una voz interna nos dirige: reconstruirla, reinventarla. Somos el mejor ejemplo y cúmulo de micro-poderes, multi-proyectos, todos en búsqueda de cambio, de readaptación constante del ser-uno mostrándose en el ser-colectivo, sin necesidad de redes. La productividad manifiesta sin intervención del estado. La mejor participación económica sin que nadie nos articule. La excepción de la regla. Dispersos en el anonimato haciendo la verdadera revolución personal, pero no tanto la colectiva.

COMUNIDAD EXPOLIADA, IMPOSIBLE Y NECESARIA

“Cuando los gladiadores de la antigua Roma morían en la arena del circo, se les llevaba a una habitación llamada "spolarium" donde se les despojaba de sus armas y vestidos. De esta costumbre deriva nuestra palabra "expolio" como sinónimo de despojar a una persona de sus bienes”.

La expoliación de la comunidad:

Comunidad espoliada, desposeída, despojada de sus bienes, derechos y demandas. Tambien de su verdad. No de su poder. Ni de su saber. Comunidad confiscada, comunidad expropiada.

Empresas individuales y proyectos individualistas fuertes, incapaces de hacer verdaderos círculos societarios de ayuda social. Frente a los palestinos, a los israelitas, a los españoles, a los franceses, las comunidades peruanas extraterritoriales solidarias se remiten a seguir quirúrgicas directivas de una beneficencia centenaria en Bolivia; a servir a presupuestos sociales europeos en el tercer mundo; a reunir sentimientos y sentimentalismos religiosos individuales alrededor de políticas estériles de re-evangelizaciones y de peregrinaciones desde el Vaticano; a fungir como obedientes ó burócratas sociales serviles, para lucimiento de políticas de respeto a los derechos humanos y justificación presupuestal y programática de los estados expulsores que reciben volumen excesivo de migración peruana y latina; ó en el peor de los casos, reunirse alrededor de activistas “invertidos” porque trabajan para que nada cambie ó en el peor de los casos para  hacer el trabajo sucio que el estado no puede hacer allende las fronteras, neutralizando a los nuevos “agitadores sociales-(actores sociales)” que la normalidad no necesita. Las alianzas contra “hacer comunidad social y política” es el mayor ejemplo de la apropiación del bien común de ésta.

La comunidad imposible:

 La que no quiere escuchar la voz unísona de quienes vemos como se disuelve la ciudadanía peruana sólo en fiestas patronales, habiendo hoy redes vinculatorias que hacen sus trabajos con sus propios matices políticos y que después de contrastar las barbaries que la vida nacional nos da__nos hace cada vez mas internacionalistas_nos da el consuelo catártico con la realidad de la nación en residencia y el estado de efervescencia mundial donde ya poca mentira se puede ocultar. Habrá que esperar a que el tiempo haga de suyo y desaparezca la generación del iluso protagonismo, de los líderes eternos, de los empresarios exitosos como único modelo social_altares de autoconservación individual, de los autojustificados políticos con un único boleto multimodal para toda presencia, de la romántica ideación de una comunidad homogénea sumisa al autoritarismo, de la postergación sistémica del papel estratégico de la fortaleza del ciudadano anónimo a quien le corresponde la virtud de su trabajo honesto y de la preservación de la cultura viva peruana.

Una comunidad melancólica_asocial_fracturada_dividida_aislada_rechazante de la vida colectiva_es aquella que no se identifica a sí misma; que se apasiona por destruirse y que sin freno conduce a la guerra entre hombres, ó que se encierra en el intercambio político de dos miedos (el del enfrentamiento individual con el otro y contra el estado_incluso visto como una doble melancolía, la de la causa y la del remedio_como la nostalgia frente a la carencia-defecto de la comunidad, o de una comunidad ausente). Esta comprensión que es filosófica se ha discutido ampliamente, (desde las narraciones de la mitología clásica desde Caín á Rómulo, Rousseau, Hobbes/Leviatán, Kant, Freud/Tótem, Marx, Heidegger) pues parece una imposibilidad, una aporía, pero que tiene que ver con la renuncia del poder político de los súbditos a favor de un estado que para defenderles está autorizado hasta a matar.  Una existencia que ha perdido su propia esencia y una esencia que no encuentra modo de hacerse existencia. No una comunidad a la que haya que regresar, o aspirar, ó algo que destruir. No es ni un origen ni un telos, ni un principio ni un final, ni un presupuesto, ni un destino, sino la condición a la vez singular y plural, de nuestra existencia finita. Este límite es el munus originario_una tarea, un deber, una ley_ que nos hace comunidad, el único lugar que nos es destinado, no para padecer o romper, sino para dar otro pensamiento, otro significado diferente al que la tradición le ha conferido: la comunidad necesaria_presupuesto trascendental_dado que desde siempre existimos en común, pero a la vez impedido, según Espósito, ó peor aún, una común servidumbre, el contrario de la comunidad.

La comunidad necesaria: La de las ideas primero. La de la restitución después.

La figura del otro, la existencia del otro, coincide en último término con la comunidad. La forma del recíproco cuidado deviene de nuestra dimensión temporal, de nuestra finitud mortal, porque la relación con los otros tiene una forma concreta, y es la base de la coexistencia de lo común en comunidad. El otro nos constituye desde el fondo de nosotros mismos. Este es un saber y tambien conocimiento suficiente de razones concluyentes, completas y coherentes que operan en la vida práctica de la sociedad. Entender a la comunidad no es sólo un asunto de racionalidad para una vida libre, sino para vivirla quitando creencias, quereres é intereses que puedan empañarla y distorsionarla.

Pero nuestro asunto no es sólo un tema de conceptuaciones, sino que de planteamiento de los problemas y de sus soluciones. Si fuera sólo de derechos civiles, es un asunto que se debe tratar siempre con soluciones diferentes, ¿por qué?, porque las tradicionales nunca nos han llevado a nada. Con denuncias reales. En los medios, en los tribunales, pero especialmente en el tratamiento que se hace en la conciencia colectiva. La búsqueda de la justicia social es el predicamento, hay que aclararselos a los gobiernos que han visto por sobre el hombro nuestras necesidades, ó a los tienen por confundidas las causas con los efectos de las afectaciones que las comunidades extraterritoriales sufren.

La emigración, en nuestro caso, movilidad social descendiente_ó negativa_nos despoja gradualmente de las ciudadanías por el pago de la temporalidad en la diáspora abandonada, por los prejuicios y proteccionismos excesivos de países beneficiados con la fuerza del trabajo peruano, por las falsas ilusiones de la realidad vigente en el exterior, por las necesidades urgentes é importantes propias, por la dura realidad en que se entrampan nuestras historias, porque la masa no siempre se llega a adaptar tan exitosamente y porque tampoco alcanzamos ni la consideración a producto de exportación preferenciado de nuestro país, pero sí como números, descartables, usurpados. El rol de la comunidad necesaria es prioritario.

Somos ciudadanías con el derecho de plantear é innovar nuestra propia restitución.  Hemos de evitar lo pernicioso de representantes incompetentes é incomprensivos, ó de menos utilitarios.  Nos han reducido a cifras solamente para tener ventajas personales ó cesiones de poder que han retrasado la atención a nuestros derechos. En un continente donde otros toman ventajas para proteger a sus ciudadanías extraterritoriales, ¿porqué estamos auto-reduciendo nuestro papel nosotros mismos? Impertinencias y distractores pueden ser nocivos desde la propia comunidad, que han pervertido la comunicación, la participación y obviamente la posible auténtica y democrática representación.

Frente a esto han habido diversos intentos positivos de diseñar la fórmula adecuada. Los esfuerzos compendian un antecedente saludable cuando se han llegado a acuerdos mínimos, pero descontinuados y desarticulados. Si analizamos todos los temas de agenda y las conclusiones de reuniones recientes, valoramos el acuerdo y las presencias. Han sido contundentes los espíritus de democratizar la participación de los grupos y de la comunidad. Precisamente debido a la cantidad de propuestas sabemos que ya tenemos la materia debidamente documentada en diversas entidades públicas y privadas, para su tratamiento concreto y formulación adecuada. (Memoriales é Iniciativas en el Congreso, Dictamen en el Colegio de Abogados, Conclusiones Foros de Génova 2010, Lima 2010 y 2011, Red de Asociaciones en Bolivia, Italia, España, Japón, E. U. A., Canada, México, etc)

Hoy, la defensa permanente de nuestras ciudadanías desde el estado es el eje de nuestro interés. El efectivo sentido ó propósito de la comunidad está en el espíritu de las ideas de sus miembros. El peruano politizado en la verdad existe y es esta la filosofía necesaria. Los esfuerzos de hacernos escuchar via legislativa debe redituar en el congresista congruente que sabe escuchar, que quiere trabajar para la comunidad PEX.

DERECHOS COLECTIVOS DE LOS PUEBLOS

Sabemos que no toda la comunidad efectivamente participa activamente para la lucha que legal y efectivamente le compete, sino que se concreta desde la actuación de los individuos ó grupos de la sociedad civil.  La construcción de los cambios y la evolución de los derechos humanos y colectivos ha recaido en la congruencia y espíritu de unos cuantos, que con la esperanza y convicción de la fuerza de la razón, que llega tarde o temprano a las conciencias de las naciones se han expuesto en jurisprudencias internacionales y convencionalismos democráticos.

Como comunidad peruana extraterritorial, demografía en movimiento,  estamos cobijados también con los derechos colectivos desde Alger en 1976, origen de las declaraciones universales al respecto: (las letras en negro son llamadas de atención criticables también nuestras, y en rojas nuestro fundamento, en esta edición)

“…….Constatando que las mencionadas situaciones tienen efectos jurídicos y

políticos en la organización de la sociedad humana que institucionalizan, en el derecho internacional,

desigualdades y discriminaciones entre los pueblos, y que esta organización se encuentra,

esencialmente, a la merced de los poderes estatales constituidos y de los organismos que ellos crean

y controlan;

Considerando que los Estados constituidos monopolizan las relaciones

entre los pueblos, otorgándose el poder de fijarles niveles de participación en la vida internacional, a

pesar de que los pueblos sean los únicos sujetos y fuente de derechos de en todas las dimensiones

colectivas;

Considerando que para asegurar y mantener su dominio sobre áreas

geográficas determinadas y conservar su monopolio de decisión en las relaciones internacionales, los

poderes estatales constituidos imponen modelos institucionales que confunden la ciudadanía y la

nacionalidad, y se permiten, de esta manera, sea vetar la existencia de los pueblos sea someterlos,

con diversos estatutos jurídicos (que llevan nombres como autonomía, regionalización,

descentralización y otros) a limitaciones de soberanía o a situaciones de dependencia

La Asamblea General de la “Conferencia de las Naciones Sin Estado de

Europa” (CONSEU) propone a toda la Humanidad, con la colaboración de sus organismos

internacionales competentes, que adopte y garanticen la realización de la siguiente “Declaración

Universal de los Derechos Colectivos de los Pueblos”.

Preliminares

La ausencia de una definición universalmente admitida del concepto de

“pueblo” pone en evidencia que no se trata de un concepto estático sinó dinámico. La historia muestra

que ciertas comunidades humanas, reconocidas como pueblos, han aparecido y desaparecido, o han

resurgido después en la escena internacional con otros nombres . A pesar de ello, las evoluciones y

regresiones de las comunidades humanas o de los pueblos no pueden, de ninguna manera,

fundamentar los grados de aceptación, de negación o limitación del respeto debido a los derechos

colectivos e individuales de las personas que los componen. Los derechos de los pueblos mantienen

siempre, objetivamente, la misma y propia identidad. Corresponde a las comunidades humanas

erigirse, en el curso de la historia, en pueblos y, por tanto, llegar a ser sujetos de los derechos

colectivos.

Dentro de estas coordenadas, la presente Declaración tiene la finalidad de

definir los derechos coletivos de los pueblos y, mediante su articulado, precisar el concepto mismo de

pueblo.

Titulo I. De los pueblos y naciones.

Art. 1. Cualquier colectividad humana que tenga referencias comunes a una

cultura y a una propia tradición histórica, desarrolladas en un territorio geográficamente determinado o

en otros ámbitos (COMUNIDADES EXTRATERRITORIALES, MIGRANTES Ó DESPLAZADOS POR EJEMPLO), constituye un pueblo.

Art. 2. Cualquier pueblo tiene el derecho a identificarse como tal. Ninguna otra

instancia lo puede substituir para definirlo.                                                                                                                                                      Art. 3. Cualquier pueblo tiene el derecho de afirmarse como nación. La existencia de una nación se manifiesta por la voluntad colectiva de sus miembros a autoorganizarse política e institucionalmente”.



Siendo así que entre otros capítulos encontramos las razones nuestras para la resistencia hasta el reconocimiento de nuestros derechos, amparados en jurisprudencia internacional ante la inacción del estado peruano.



Título IV. De los derechos de los miembros de los Pueblos

Art. 20. Cualquier persona, que viva o no en el seno de su propio pueblo,

tiene el derecho a ejercer plenamente los derechos individuales reconocidos por las diversas

Declaraciones, Convenciones y Pactos internacionales, en la perspectiva y el contexto de los

derechos colectivos enumerados en la presente Declaración.

Título V. Disposiciones transitorias.

Art. 21. Conforme a las normas del Derecho Internacional, que se han de

completar con los principios de la presente Declaración, cualquier pueblo que sea privado, por la

fuerza o por la constricción de uno de sus derechos colectivos, tiene derecho a la resistencia. Si le

hiciera falta usando los medios necesarios para su legítima defensa, hasta el logro de su plena

recuperación.                                                                                                                                                                                                               Art. 22 Cualquier pueblo, incluso reconocido, en la medida en que esté

sometido a políticas de simple tutela o a otras formas de minorización, que se traducen siempre en

formas de discriminación o de colonización, bajo sus diversas expresiones, tiene el derecho a poner

en práctica los mismos medios y recursos señalados en el artículo 21, para recuperar su soberanía y

el pleno ejercicio de los derechos que pertenecen a todos los pueblos sin distinción.

Título VI. Cláusulas finales.

Art. 23 La aplicación de la presente Declaración implica la desaparición de

todas las situaciones y disposiciones negativas o que limiten los derechos colectivos de los pueblos y

la caducidad de todas las normas jurídicas estatales o internacionales que los tengan en cuenta o les

agredan.

Art. 24. Los firmantes de esta Declaración se comprometen a actuar para que

sean reconocidos todos los pueblos y derechos colectivos que les corresponden, por parte de los

organismos internacionales competentes y a actuar también para que cada pueblo consiga en estos

organismos su propia representación. Los organismos así reestructurados tendrán la incumbencia de

garantizar el respeto a los derechos colectivos de los pueblos, definidos en la presente Declaración, e

intervenir, mediante los tribunales democráticos de justicia que sea necesario instituir, para resolver

las violaciones que puedan afectarles

Este pues es otro instrumento importante para seguir en la lucha de nuestros derechos.

Los saberes son los puentes entre los poderes y la verdad:

Diría Michel Foucault en su filosofía ó la política de la verdad, “hay un discurso que desmenuzar para conocer las fuerzas que se arrastran en los saberes”. En la comunidad hace falta declinar definitivamente la figura del intelectual orgánico ó del ciudadano sumiso ó alienado en favor del estado en el cual “el derecho de los individuos pueda realizarse solo en forma de un poder absoluto destinado a dominarlos” y especialmente, comenzar un proceso de revisión crítica de los conceptos y supuestos con los que se piensa la política peruana para dar lugar a un pensamiento renovado.

Cuando aludimos a la fuerza de la autonomía de las comunidades y a la verdad de los derechos colectivos en la extraterritorialidad (por ejemplo las leyes necesarias, el crecimiento de una conciencia colectiva, la autonomía que construye una sociedad benéfica y la vivencia de los derechos de organización, de opinión y de protesta) estamos estructurando un discurso de resistencia ante el poder público, pero es un discurso de visión común y conjunta al interno de la comunidad. Estamos analizando mecanismos de la sociedad, las relaciones de poder con las transformaciones en nuestra historia comunitaria, viendo la lógica de la  política desde fuera, desde su deconstrucción conceptual.

Los mecanismos para estructurar los discursos nacen de la certeza de la función ó rol que estamos desempeñando ó representando.

Así son pocos los que enbanderan las racionalidades coherentes que gracias a la legitimidad de su causa prevalecerá hasta el final; son más los seguros de su interés por el tiempo transcurrido en el escenario mediático de las luchas (signority-derecho de antigüedad) y que pretenden entrar en luchas políticas con ese único argumento; otros son los del camino tradicional de vibrar al ritmo de agendas ajenas de funcionarios, de coyunturas é intereses de legisladores ocasionales, de ejecutivos diplomáticos, empresarios ó representantes societales religiosos ó culturales con poca ó nula acción social propiamente dicha, sino de sus intereses económicos, laborales, profesionales, gremiales, hasta intelectuales orgánicos y académicos aparecidos ó transformados al vapor en la búsqueda de un beneficio ó privilegio simplemente personal. Sin mencionar cómo una elección sirve para marcar la historia y presente de líderes erráticos en busca de chamba. Estos son los que producen los discursos sesgados, equívocos, fragmentados ó rebasados que llenan con falsas expectativas la pobre intervención de la participación política masiva desde el exterior. No así se nulifica el mensaje integral, la solución redonda que demandamos y que ha sido ampliamente desarrollada por muchos como  propuestas extraterritoriales.

Foucault con su filosofía, también nos auxiliaría en el sentido de que es imprescindible develar las fuerzas que intervienen para reconocer las verdades (desde un método de estudio genealógico), donde las fuerzas de lucha tras los micro ó macro poderes y los saberes construyen la realidad y la necesaria comprensión verídica. No piensa así el estado peruano que en contra nuestra, ha inventado de nosotros a una comunidad condicionada, numerada, cosificada, pasiva, desarticulada, restringida, silente, usable y disponible ó útil para los usos de las inercias del statu quo y del ejecutivo en turno. En nuestros trabajos pocos hemos transitado por solicitar la ayuda del poder judicial ante la ineficaz coordinación de legislativo y ejecutivo. La última defensa nuestra es el tribunal de justicia peruana para la que habrá una oportunidad y un trabajo en adelante.  Por ello, a los que decepcionados de los trabajos llamando al estado no han fructificado, consideramos que se puede transitar a consulta, asesoría y protección jurídica nacional é internacional contra la insensatez de los operadores, representantes é interlocutores de la política nacional.

Primero la garantía constitucional, y luego el amparo de los tribunales inaugura una nueva fase de la defensa de los derechos ciudadanos extraterritoriales. La argumentación es nuestra, la apuesta para la permanencia de nuestra ciudadanía y de nuestro desarrollo subyace en caminar hacia los otros sectores que bien nos acompañarían y fotaleceríamos objetivos básicos comunes. Por ejemplo tras una lucha de varios decenios, las organizaciones indígenas han logrado que según el premier Óscar Valdés la próxima semana el Ejecutivo promulgará el Reglamento de la Ley de Consulta Previa a las comunidades nativas sobre proyectos que involucren a sus territorios o sus derechos. (El reglamento quedó listo para su aprobación por el Consejo de Ministros, tras ser elaborado por el Viceministerio de Interculturalidad del Ministerio de Cultura, con la participación de dos representantes de organizaciones indígenas y del Ejecutivo). Se prevee el pedido de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional y la medida cautelar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por parte de las otras organizaciones quienes no han sido satisfechas ni en la definición de pueblos indígenas ni por acoger las propuestas de las comunidades. Estas asociaciones han conformado el “Pacto de Unidad” y tomaron esta medida porque piden al gobierno la modificación de varios artículos de la norma y cuestionan otros. Importante señalar que demandan primero la conceptuación de comunidades indígenas, cosa ausente en la causa.

IMPOLITICAS

 Recuérdese que para Arendt, una de las acciones fundamentales que operaba el totalitarismo en la destrucción del hombre era “la destrucción de la persona jurídica y moral en un contexto en que, cuando los sujetos pierden la protección del estado, los derechos humanos se revelan inútiles”. En cambio, Espósito sostiene la tesis de que los derechos humanos no funcionan, no por la ausencia de la personalidad jurídica, sino a raíz de ella. En “Tercera Persona” (2007) sostiene que la mencionada separación entre “bíos y zoé” se produce por el dispositivo de la persona, que establece umbrales diferenciales en el interior de la vida.

Esposito distingue una vida cualificada (bíos) y una vida biológica (zoé) común a todos los vivientes, y analiza de qué modo la inmunización moderna tiende a reducir la política a un poder aplicado sobre la vida natural. El nazismo llegó a distinguir entre una vida valiosa y otra que no merecía la pena vivir (lebensunwertes Leben), reduciendo la vida humana a su animalidad e introduciendo una serie de gradaciones al interior de esta. El asesinato de judíos, gitanos, discapacitados e indeseables sería la consecuencia de la exacerbación de un poder sobre la vida que, para proteger la parte sana del cuerpo político, aniquila a los parásitos o virus (metáforas omnipresentes en el nazismo) que la ponen en riesgo. En la biopolítica nazi, “nos topamos así con el impulso hacia el asesinato masivo en nombre de ‘más vida’” (Lifton, 1986).

Esto lo corrobora la bioética liberal, que utiliza una gradación del nivel de personalidad para poder determinar los derechos y las obligaciones en cada caso, que van de la no-persona a la antipersona. Lo que siempre está en juego, explícita o implícitamente, es el establecimiento de la distinción entre una vida valiosa y otra de menos valor. Vida de las minorías para algunos estados, vida de los indígenas peruanos para lo que es una biopolítica negativa: lo impersonal sobre la persona viviente (procedimiento impolítico contra una política de vida donde el munus común, compartido, sea la vida misma ).

Las nuevas culturalidades nos homologan en derechos económicos, sociales y políticos con las minorías peruanas, siendo que como tales, en número no somos. (Del 10% al 15% radicamos fuera). Nuestra construcción se enraiza en la movilidad y demografía social en movimiento, del Perú fuerte del exterior productor de remesas y exposición internacional, siempre en crecimiento: migrantes, desplazados, en tránsito, emigrados ó binacionales que tienen el sentido íntimo de salvaguardar la ciudadanía peruana extraterritorial por el transcurso de la vida y la de nuestros descendientes generacionales. Comunidades o pueblos somos en sintonía, demandantes de derechos humanos y colectivos a través del beneficio de nuestras productividades, determinaciones legítimas y fuerzas propositivas de desarrollo, de ejemplo, de solidaridad, de capacidad  bien intencionadas para nuestra nación y nuestra comunidad local de inserción y residencia.

TEORÍAS

En el Seminario de Estudios Latinoamericanos UNAM, de la Dra. Guerrero sobre Derechos Humanos, vemos a algunos filósofos y pensadores fuentes para la reflexión necesaria y contexto imprescindible si deseamos abordar alguno de nuestros temas con alguna autoridad  y ampliar los saberes.

En este sentido, Foucault hace una genealogía (estudio exhaustivo del tema para entender ó explicar las practicas discursivas y los mecanismos institucionales) sobre el poder de los saberes dominantes y discursos vencedores de la sociedad, entendiéndose esta genealogía como el universo y perspectiva de una sociedad, para él, del conflicto irresoluble de la sociedad, reflejo de las relaciones permanentes de fuerza de las instituciones y de la ley.

Véase así también como plantea el concepto genealógico de Foucault de los saberes que estan en los discursos de la sociedad, nuestro compañero el profesor Carlos Núñez Rodriguez, “son el reflejo de las relaciones multidireccionales y no permanentes del poder”. Alude a “la microfísica del poder disciplinario apropiándose de un sujeto aislado, adiestrado, sancionable, dócil, dominado, jerarquizado, útil; así como a “la macrofísica del poder ó biopolítica apropiándose de las masas poblacionales regulables, controlables a través de las disciplinas para los normales y los no normales”.

Esta es la importancia de las relaciones entre PODER, SABER Y VERDAD,  los efectos de los poderes ó biopoderes en los discursos institucionales, ó en las supuestas gubernamentalidades, donde se traslucen todas las categorías fielmente y las relaciones azarosas de las fuerzas de resistencia a dichos poderes. Refiere que el trabajo genealógico es crítico,  porque descubre los discursos sometidos, los hegemónicos y aquellos discursos de resistencia que subvierten el poder, así como sus efectos, utilidades y análisis de lo concreto y de los cambios, propuestas ó prácticas posibles ó de resultados que quizás en otro contexto lo podría ser para algún nuevo orden ó estado justo. La genealogía de Foucault como método ayuda en la deconstrucción meticulosa de los conceptos, a la procedencia de los referentes, ó de lo no dicho, ó de un reto a la metafísica para lograr dislocar las luchas, del propio poder en la búsqueda de nuevos paradigmas. Explicar y describir cómo actúa el poder, recuperando conceptos y bi-conceptos, mas allá de las categorías nuevas, sirve aún para la filosofía política de los sujetos que cuentan con cosmovisiones diferentes a los pensamientos diversos y múltiples.

Este tema esta contextualizado en el estudio de la Deconstrucción de la Dignidad, iniciando por los saberes frente a las prácticas discursivas ó prácticas institucionales, pasando por estudiar su concepto fundamental originario ó abstracto, así como la mirada desde la dinámica social contrastando la definición de un contra-discurso de dominación_tema central de nuestro interés próximo.

CONCLUSION

Nuestros saberes son suficientes para elegir modelos nuevos, administraciones de nuestros micropoderes hacia una comunidad necesaria. Transcribo un párrafo de texto antiguo nuestro, Romper las Reglas-Oct 2011, dirigido a los que se reservan el Derecho a No Disentir, a los conservadores, a los que todavía no tienen confianza en los macropodres de los extraterritoriales, que aún cuando tienen La Voluntad de No Saber (título tomado del libro que denuncia los entramados y poderes fácticos que protegieron a los eclesiastas abusadores, presentado ayer a raíz de la visita papal), pueden introducir su propia mirada al ser común y colectivo de la que forman parte, que es la comunidad necesaria y trabajar para los demás también:

“Si tuviéramos que fijarnos en los buenos ejemplos de cómo romper las reglas, veremos uno muy importante, vigente en el mundo de la economía. Para sortear las crisis de las democracias modernas leeríamos la sugerencia reciente:


No siempre el camino tradicional es el bueno.  Este es otro camino de excepción:

En la doctrina económica que tenemos, los ciudadanos son los que pagan y a quienes se les endosan los salvamentos de los bancos como resultado de las cifras y de los fracasos llamados crisis de las desregulaciones (en afán de reconstruir confianza en los mercados) hacia las austeridades-consolidaciones fiscales con miras siempre a la expansión del mercado.

En el tema de atenuar las grandes pérdidas, dolores y daños en el empleo, el consumo, recesiones, déficits, que provocan las nuevas democracias progresistas típicas, Islandia dejó a su suerte a los bancos y así pudo tomar un camino diferente y privilegiar a su pueblo. Hasta disminuir la tasa de desempleo mientras crece su economía. Si,…y  ésto pasa en el mundo real, en el mundo de la economía afianzado en todas las regulaciones de la jurisprudencia pura.

En el retraso que nos ampara la jurisprudencia peruana para proteger los derechos de sus extraterritoriales, plantear caminos diferentes es la solución.  No la intolerancia burocrática, ni la indiferencia ó inercias corporativas (de las instituciones públicas y privadas, en el país ó fuera de él),  ni la ignorancia cívica de los extraterritoriales, ni los miedos a ir contra el sistema, ni los esquemas tradicionales del comportamiento del peruano como sometido a una autoridad gubernamental. Sí el diálogo de los interesados, el valor de las ideas, el sentido de la innovación, el acompañamiento a los proyectos que sean integrales, si al trabajo conjunto de los que aportan y de los que acuerdan acciones colectivas.”

A través de la reflexión y del estudio, comprometemos desarrollar los diagnósticos de la sociedad. Entre nuestros saberes que marcan a las comunidades extraterritoriales peruanas estan los estudios previos a la ley orgánica que regula la intervención ciudadana, los sistemas de la información, la comunicación y la participación de representación política hacia la consolidación de nuestros derechos. Por adición, tenemos el poder de la acción como el aunarnos a la crítica al Reglamento nuevo propuesto desde la Ley de Consulta Previa, como una tarea más para beneficio práctico de las comunidades extraterritoriales, pueblo peruano en diáspora, de micro a macro-poder ciudadano.

FIN

Alianza Peruana de Cooperación,

México DF, Primavera-Marzo del 2012.



Carmen Haydeé Matos, representante legal


52 1 55 2906 9271









1, POR LA CONSULTA, ATENCIÓN Y SERVICIOS PROPIOS SIN INTERMEDIARIOS,  DISFUNCIONALES Ó FALSOS REPRESENTATIVOS DESDE EL GOBIERNO O DESDE LA SOCIEDAD SECTARIA.

2, POR NUESTROS PROPIOS CONSULES PERTENECIENTES A LAS PROPIAS COMUNIDADES EXTRATERRITORIALES

3, POR NUESTRAS EMBAJADAS CULTURALES VIVAS, PROPIAS, PERMANENTES Y AUTONOMICAS EN EL EXTERIOR

4, POR EL VOTO EXTRANJERO EN LAS SOCIEDADES DE RECEPCION




5, POR LA PARTICIPACION DE LAS PRODUCTIVIDADES DE LAS REMESAS EN EL DESARROLLO DE LA COMUNIDAD EN EL EXTRANJERO




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