viernes, 24 de enero de 2014

COMPLETOS FUIMOS, COMPLETOS NOS QUEREMOS

!COMPLETOS FUIMOS Y COMPLETOS NOS QUEREMOS!

NOS UNIMOS A ESTOS ACTOS EN LA NACION Y FUERA DE ELLA.
EN NUESTRA PROPIA HUMANIDAD, EMBAJADA VIVA DE PERUANIDAD, LLEVAREMOS LA ESCARAPELA NACIONAL.

APROVECHAREMOS A TODAS LAS VOCES QUE SIN AMBAJES FESTINEN QUE NOSOTROS SOMOS PROPIEDAD DE LA TIERRA PERUANA, ESTA VEZ ACARICIADOS POR LA MISMA PATRIA.

SENTIDO Y CAUSA RENOVADA PARA RECUPERAR TERRITORIO PATRIO.

HOY ES MAR, MAÑANA RECUPERAREMOS TIERRA

PERU NAVEGA HOY A LOS MARES DE GRAU

¡ARRIBA LA ENSEÑA NACIONAL¡

EN LAS VÍSPERAS DEL SALON GRAU: EL ANTES, 24 DE ENERO DEL 2014, EN MEXICO: 


"Épocas hai en que todo un pueblo se personifica en un solo individuo: Grecia en Alejandro, Roma en César, España en Carlos V, Inglaterra en Cromwell, Francia en Napoleón, América en Bolívar. El Perú en 1879 no era Prado, La Puerta ni Piérola, era Grau......"

EXTRAIDO DEL "GRAU" DE MANUEL GONZALES PRADA, 1885     

"Ese marino forjado en el yunque de los espíritus fuertes, inflexible en aplicar a los culpables todo el rigor de las ordenanzas, se hallaba dotado de sensibilidad esquisita, amaba tiernamente a sus hijos, tenía marcada predilección por los niños. Sin embargo, su enerjía moral no s'enervaba con el sentimiento como lo probó en 1865 al adherirse a la revolución: rechazando ascensos i pingües ofertas de oro, desoyendo las sujestiones o consejos de sus más íntimos amigos, resistiendo a los ruegos e intimaciones de su mismo padre, hizo lo que le parecía mejor, cumplió con su deber.
     Tan inmaculado en la vida privada como en la pública, tan honrado en el salón de la casa como en el camarote del buque,formaba contraste con nuestros políticos i nuestros guerreros, existía como un verdadero anacronismo.
     Como flor de sus virtudes, trascendía la resignación: nadie conocía más el peligro, i marchaba de frente, con los ojos abiertos, con la serenidad en el semblante. En él, nada cómico ni estudiado: personificaba la naturalidad. Al ver su rostro leal i abierto, al cojer su mano áspera i encallecida, se palpaba que la sangre venia de un corazón noble i jeneroso.
     Tal era el hombre que en buque mal artillado, con marinería inesperta, se vió rodeado i acometido por toda la escuadra chilena el 8 de Octubre de 1879.   

IV
     En el combate homérico de uno contra siete, pudo Grau rendirse al enemigo; pero comprendió que por voluntad nacional estaba condenado a morir, que sus compatriotas no le habrían perdonado el mendigar la vida en la escala de los buques vencedores. Efectivamente. Si a los admiradores de Grau se les hubiera preguntado qué exijían del Comandante del Huáscar el 8 de Octubre, todos habrían respondido con el Horacio de Corneille: Que muriera! ".
     Todo podía sufrirse con estoica resignación, menos el Huáscar a flote con su Comandante vivo. Necesitábamos el sacrificio de los buenos i humildes para borrar el oprobio de malos i soberbio Sin Grau en la Punta de Angamos, sin Bolognesi en el Morro de Arica ¿tendríamos derecho de llamarnos nación? ¡Qué escándalo no dimos al mundo, desde las ridículas escaramuzas hasta las inesplicables dispersiones en masa, desde la fuga traidora de los caudillos hasta las sediciones bizantinas, desde la maquinaciones subterráneas de los ambiciosos vulgares hasta las tristes arlequinadas de los héroes funambulescos!
     En la guerra con Chile, no sólo derramamos la sangre, exhibimos la lepra. Se disculpa el encalle de una fragata con tripulación novel i capitán atolondrado, se perdona la derrota de un ejército indisciplinado con jefes ineptos o cobardes, se concibe el amilanamiento de un pueblo por los continuos descalabros en mar i tierra; pero no se disculpa, no se perdona ni se concibe la reversión del orden moral, el completo desbarajuste de la vida pública, la danza macabra de polichinelas con disfraz de Alejandros i Césares.

     Sin embargo, en el grotesco i sombrío drama de la derrota, surjieron de cuando en cuando figuras luminosas i simpáticas. La guerra, con todos sus males, nos hizo el bien de probar que todavía sabemos enjendrar hombres de temple viril.
Alentémonos, pues: la rosa no florece en el pantano; i el pueblo en que nacen un Grau i un Bolognesi no está ni muerto ni completamente dejenerado.
Regocijémonos, si es posible: la tristeza de los injustamente vencidos conoce alegrías sinceras, así como el sueño de los vencedores implacables tiene despertamientos amargos, pesadillas horrorosas.
     La columna rostral erijida para conmemorar el 2 de Mayo se corona con la victoria en actitud de subir al cielo, es decir, a la rejión impasible que no escucha los ayes de la víctima ni las imprecaciones del verdugo.
 El futuro monumento de Grau ostentará en su parte más encumbrada un coloso en ademán d'estender el brazo derecho hacia los mares del Sur.
     Catalina de Rusia fijó en una calle meridional de Sampetersburgo un cartel que decía: "Por aquí es el camino a Constantínopla". Cuando la raza eslava siente impulsos de caminar hacia las "tierras verdes" ¿no recuerda las tentadoras palabras de Catalina?
Si Grau se levantara hoi del sepulcro, nos diría... Es inútil repetir sus palabras: todos adivinamos ya qué deberes hemos de cumplir, adónde tenemos que dirijirnos mañana."









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